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Un Noviazgo con Propósito

Lección 02


"Huid de la fornicación. Cualquier otro pecado que el hombre cometa está fuera del cuerpo, mas el que fornica, contra su propio cuerpo peca." - 1 Corintios 6:18 (RVA)


Lectura Bíblica: Efesios 5:1-10; 1 Corintios 10:23-24


Propósito: Buscar en Dios y en su palabra los consejos para poder actuar de acuerdo con su voluntad al momento de tener un noviazgo.


 


Introducción


Vivimos en tiempos de decadencia moral, y en nuestras iglesias hay muchos hermanos y hermanas unidos solamente, viviendo en fornicación. Lamentablemente, han faltado al mandamiento, y por eso se nos hace difícil explicar a los jóvenes que el noviazgo cristiano debe tener un propósito a corto o largo plazo. Dios habla mucho del amor, pero habla poco o nada del noviazgo. Entonces, ¿cómo debemos pensar los cristianos sobre el noviazgo? ¿Existe tal cosa? ¿Cómo se diferencia del matrimonio o la amistad? ¿Cómo puedo glorificar a Dios en mi noviazgo? Todas estas preguntas son válidas, y quisiera ayudar a responderlas. No hablo como la autoridad final sobre el tema, pero he visto muy poco escrito con una perspectiva centrada en el evangelio.


Hermanas, aquí hay algunos consejos de mucha importancia. Lo primero que debemos decirles es algo sorprendentemente contra cultural: “Tú no necesitas una pareja.” Sí, “no es bueno que el hombre esté solo”, pero estar soltero no es lo mismo que estar solo. Piensa en esto: Cristo nunca estuvo casado, ¿acaso le faltó algo? Él no fue menos hombre por nunca haber entrado en una relación con una mujer. Tú tampoco lo eres si nunca has estado en una relación de este tipo, ya sea que tengas 20 años o 60. En 1 Corintios 7:1, se nos dice que, en ciertas circunstancias, “bueno le sería al hombre no tocar mujer”. Dios ha otorgado a muchos de sus hijos e hijas el don de continencia, que se manifiesta no en una falta de deseo de entrar en una relación amorosa, sino en poder entregar ese deseo al Señor y sentirse satisfecho con lo que Él da.


Añadiendo a esto, pon atención a estas palabras del Señor Jesús: “Le dijeron sus discípulos: Si así es la condición del hombre con su mujer, no conviene casarse. Entonces él les dijo: No todos son capaces de recibir esto, sino aquellos a quienes es dado. Pues hay eunucos que nacieron así del vientre de su madre, y hay eunucos que son hechos eunucos por los hombres, y hay eunucos que a sí mismos se hicieron eunucos por causa del reino de los cielos. El que sea capaz de recibir esto, que lo reciba.” (Mateo 19:10-12, RVA).


Refiriéndose a los eunucos, quienes no podían consumar el matrimonio, el Señor dice que hay un grupo a quienes les fue dado entender el peso del matrimonio, y han comprendido que no es su llamado. Los que puedan aceptar esto, pueden entender que la soltería es buena y agradable para ellos. Y esa es la realidad para todo creyente que no está casado. El Señor nos ha dado todo lo que necesitamos para el momento en que estamos. Si nos sentimos solos, vacíos, estancados espiritualmente, nada de eso va a cambiar por iniciar un noviazgo. “No necesitas una pareja”, no verdaderamente. Sí, necesitas intimidad con Dios. Sí, el matrimonio otorga la intimidad que quita la soledad, pero también encontramos intimidad en las amistades profundas y verdaderas y en la cercanía profunda con Dios.


Ciertamente, iniciar una relación de noviazgo da un cierto "high", donde te sientes por las nubes por un tiempo, y hasta te da ganas de hacer tus devocionales más temprano y orar siempre (por él o ella, principalmente). Pero la vida cristiana no se vive en las nubes, ni en base a emociones. Por tanto, hay áreas de tu vida que deben estar listas o siendo trabajadas antes de tu involucrarte emocionalmente con quien esperas sea tu futuro esposo o esposa.


Ya habiendo hablado un poco del tema, ¿cuál es el propósito del noviazgo? Dicho eso, ¡es bueno desear una pareja! Como dijimos al principio, es una muestra de que fuimos creados para no estar solos. “El que halla esposa halla algo bueno, y alcanza el favor del SEÑOR” (Proverbios 18:22, RVA). ¿Es una bendición llegar al matrimonio? Sí, lo es. Pero matrimonio y noviazgo no es lo mismo. Legalmente, una pareja en un noviazgo sigue siendo una pareja de solteros. De igual manera, lo es delante del Señor; la noche que tienes relaciones sexuales antes del matrimonio cometes fornicación delante de Dios. La noche después del casamiento haces algo honroso y bendito por Él.


El hecho de que en la Biblia no se mencione un tiempo como el que nosotros hablamos hoy de “novios” nos debe llevar a pausar. Nosotros no amamos el mundo ni nos guiamos por lo que el mundo enseña. Creo firmemente, a la luz de la Escritura, que el propósito del noviazgo es y debería ser: “La preparación para el matrimonio”. No hay otro. Esa preparación implica al menos tres cosas:


1. Conocer a la pareja: No importa cuán intensa y extensa sea una amistad, hay cosas que solo se conocen cuando uno inicia una relación amorosa. Ya que el matrimonio es para toda la vida (Mateo 19:3-12), debemos conocer de la manera más piadosa y más profunda (en la etapa donde estemos) a aquella persona con quien nos uniremos en matrimonio.

2. Conocerse a sí mismo: Como las personas más cercanas a nosotros son quienes mejor nos conocen y nos afilan, al entrar en un noviazgo podemos conocer las áreas de nuestro carácter que necesitan ser moldeadas antes de entrar en una relación de por vida. Para esto es importante tener el consejo de personas piadosas que desde fuera de la relación puedan hablar a la pareja y decirles la necesidad de Cristo Jesús en su relación para hallar perdón y transformación.


3. Preparar todo para el matrimonio: Una boda conlleva mucha planeación, y eso es solo el principio. El noviazgo es el momento idóneo para hacer los arreglos de dónde vivir, hacer el presupuesto semanal y mensual, organizar los ministerios en la iglesia (y si son de dos iglesias diferentes, decidir en cuál iglesia estar), observar y adecuar la dinámica familiar con la familia extendida, y muchas otras cosas que necesitan decidirse y presentar al Señor antes del matrimonio.


Tal vez lo primero que necesitas tomar en cuenta antes de iniciar un noviazgo es poder descifrarte a ti mismo. No porque tengas ganas de tener novio o novia o porque te sientas enamorado debes iniciarlo realmente. Aquí algunas preguntas que te puedes hacer:


  • ¿Estoy listo para una relación? ¿Cómo está tu madurez espiritual? ¿Tu relación con el Señor? ¿Tu dominio propio? ¿Qué tan anclada en Cristo está tu identidad? También hazte preguntas prácticas: ¿Qué tan avanzado estoy en mis estudios? ¿De cuánto tiempo dispongo para invertir en un noviazgo y próximo matrimonio? ¿Estoy ganando dinero como para poder pagar las salidas y cenas para dos?

  • ¿Quiere Dios que yo inicie una relación? Tal vez lo pienses cliché, pero me sorprende cuántos cristianos viven su día a día sin consultar con el Señor, como ateos prácticos. En vez de seguir dando pasos hacia una relación, ve delante del Señor y pregúntale: Señor, ¿estoy listo? ¿Es esta la persona adecuada? ¿Es este el momento adecuado? ¿Es esta la forma adecuada? Que Dios nos libre de tomar decisiones sin consultarle.

  • ¿Quieren mis padres que yo inicie una relación? En América Latina, la mayoría de los solteros viven sin haber hecho esto: “dejará a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer…” (Génesis 2:24). Por tanto, es importante conocer su opinión sobre esto, especialmente si nuestros padres son creyentes. Ellos han invertido su vida, tiempo, dinero, y amor en ti, y te conocen y aman posiblemente más que cualquier otra persona en el mundo. Por tanto, ve donde ellos antes de continuar adelante

  • ¿Cuánto tiempo tomaría esta relación para llegar al matrimonio? Esta es una pregunta clave. La Biblia no presenta un tiempo específico que deba durar el noviazgo. Pero en ella sí encontramos advertencias en contra de la fornicación, y a mayor tiempo la relación de noviazgo, más posibilidades de tentación hay. El propósito del noviazgo puede cumplirse perfectamente en un año o dos. Es bueno que no empieces una relación antes de ir a la universidad o recién entrando en la universidad.

  • Rodéate de hermanos en la fe: Esto provee de intimidad real con aquellos que son íntimos con el Señor. Ellos te pueden guiar y ayudar para que tu decisión de buscar una pareja no sea por desesperación. Además, ellos te proveerán multitud de consejos a la hora de evaluar tu pareja; y, por qué no, también te pueden proveer un mejor grupo de candidatos(as) a la hora de iniciar una relación.

  • Si estás comprometido con Jesús, busca a alguien comprometido con Jesús: Es evidente que un cristiano no debe buscar un noviazgo con un no cristiano, aprende a seguir el consejo bíblico de Pablo en 2 Corintios 6:14-16: “No os unáis en yugo desigual con los incrédulos; porque ¿qué compañerismo tiene la justicia con la injusticia? ¿Y qué comunión la luz con las tinieblas? ¿Y qué concordia Cristo con Belial? ¿O qué parte el creyente con el incrédulo?” Un noviazgo no es un matrimonio, pero tiene como propósito llegar a esa unión. Por tanto, no debemos estar preparándonos para casarnos con alguien que no ama al Señor.


Ya sea que hayas iniciado un noviazgo teniendo todos estos principios bíblicos en cuenta o no, déjame darte algunos consejos prácticos que te sirvan para glorificar a Dios en tu noviazgo:


Haz un compromiso de pureza: Por supuesto, esto es en primer lugar un llamado a huir de la fornicación. Siempre me ha llamado la atención que el Señor nos ordena resistir al diablo (Santiago 4:7) pero nos dice que huyamos de la fornicación (1 Corintios 6:18). Recuerda que esta persona podría terminar siendo un amigo de toda la vida, o tal vez terminar casada con tu mejor amigo. No hagas nada con él o ella que te causaría vergüenza o incomodidad. En este sentido, eviten estar en lugares a solas. Eso incluye el carro, cuarto, parque, etc. Acuerden ir solo de aquí hasta allá y no quedarse nunca a solas ahí. No hay nada de vergonzoso en pedirle a alguien más que los acompañe; más bien, es glorioso, pues muestra su deseo de agradar a Dios. Como lo dice Randy Alcorn: “El noviazgo es un tiempo para explorar la mente, no el cuerpo”.


Preguntas para Estudio y Enseñanza

Nota: Favor de agregar versos bíblicos a su comentario.


1. ¿Qué es el noviazgo?

2. ¿Debería haber un propósito en los noviazgos cristianos?

3. ¿Cuál es el tiempo indicado para empezar una relación de noviazgo con propósito?

4. ¿Puedes glorificar a Dios en el noviazgo?

5. ¿Crees que traerá bendición a tu hija e hijo el mantenerse puros antes del matrimonio?


Conclusión

Madres, hemos tratado de darles instrucciones para que ustedes las trasladen a sus hijos e hijas. Así como nosotras un día nos enamoramos y nos casamos, así también nuestros hijos e hijas harán lo mismo. Estamos ante una gran realidad, oremos al Dios Eterno con el propósito de que Él guíe a nuestros hijos e hijas, que ellos cumplan su voluntad y le den honra y gloria en todo lo que hagan. Paz a vosotras.

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