Lección 06 Agosto 12/2023 “Porque todos los que sin ley han pecado, sin ley tambien perecerán; y todos los que bajo la ley han pecado, por la ley serán juzgados.” Romanos 2:12
Lectura Bíblica: Romanos 2:1-29
Propósito: Comprender que somos inexcusables delante de Dios quien quiera que seamos, ya que de una manera u otra, si hemos pecado Dios nos juzgará.
Introducción: Como lectores de la biblia del siglo XXI, debemos de tener mucho cuidado al momento de interpretar este verso en mención. Por lo que les invito a que vallamos a la palabra de Dios y juntos interpretemos con la ayuda de Dios, su palabra bendita. Pablo ha mostrado clara y convincentemente que el hombre GENTIL, incrédulo, está perdido y está sin excusa ante Dios (Romanos 1:17-32). Ahora, en la primera parte del capítulo 2, Pablo muestra que el hombre MORAL está perdido y sin excusa alguna. Luego, en el capítulo 2 y en el capítulo 3, Pablo muestra que también el hombre RELIGIOSO (el Israelita o el judío) está perdido y sin excusa.
Hay una palabra clave que se encuentra en los primeros 16 versículos de Romanos 2. Y es la palabra “JUZGAR” o “JUICIO” (ver versículos 1, 2, 3, 5, 12, 16). En el versículo 1 vemos al hombre juzgando. Pero al empezar el versículo 2, tenemos a Dios en el trono del juicio, lo cual es justo y apropiado. Dios es el JUEZ justo y perfecto y en estos primeros 16 versículos encontraremos varios principios de justicia. Estos importantes principios nos ayudarán a entender qué clase de Juez es Dios y cómo ÉL ejerce y lleva adelante Su juicio.
El hombre moral es declarado sin excusa ante Dios, el Juez justo. Romanos 2:1, Inexcusable significa “sin defensa al- guna” (comparar Romanos 1:20). No tiene nada que decir, la humanidad, ya que su boca es tapada, así nos dice: Romanos 3:19, Que la humanidad, es culpable y lo sabe. Este versículo está hablando de la persona que está juzgando a otra, condenando las acciones de otra. Por lo tanto, está hablando de la persona moral. (la persona con discernimiento moral: Es la persona que emite un juicio moral sobre alguien). Hay una diferencia entre el hombre moral y el hombre impío. En Romanos 1:32 el hom- bre impío Aprueba, Aplaude y se Complace, con la conducta pecaminosa de la humanidad. En Romanos 2:1 vemos que: El hombre moral condena al otro por su conducta pecaminosa, ¿pero qué pasa? él es culpable de la misma cosa, porque él está, haciendo lo mismo que los demás hacen.
Por eso; como cristianos debemos procurar ser hallados justos delante de Dios, para que podamos Desaprobar y Juzgar la conducta pecaminosa de los hombres, mostrándoles el camino correcto hacia Dios, por medio de Cristo Jesús. El juicio de Dios es según verdad, según Romanos 2:2. Un juez humano está limitado cuando se trata de conocer la verdad y de averiguar la verdad de los hechos. Tiene que depender del testimonio de los hombres, y muchos de los cuales mienten, aún bajo juramento. La gente puede fallar en decir la verdad, toda la verdad y nada más que la verdad, pero esto no es problema para Dios. La verdad de los hechos está abierta y desnuda ante Dios.
Dios no necesita de testigos ni de jurado, porque Él ha visto personalmente todo crimen y todo pecado que jamás se haya cometido. Tenemos el ejemplo de Caín, cuando Dios le exhorta antes de matar a su hermano Abel. Dios conoce todos los hechos (leer Hebreos 4:12-13). Dios nunca representa mal el caso de una persona. Podemos estar seguros de que el juicio de Dios siempre está de acuerdo con la verdad. El Juicio de Dios es inevitable. Romanos 2:3. La respuesta a la pregunta de este versículo es obvia: ¡NO! No hay escape. Si una persona piensa que puede escapar al juicio de Dios, está muy equivocada. Los hombres podrán eludir la justicia humana, pero nunca escaparán a la justicia divina. (léase: Amós 9:1-3).
Debemos estar conscientes que este juicio de Dios viene sobre la humanidad por: a. LA Dureza: los corazones de los hombres se endurecen más y más cuando se niegan a responder a la benignidad y paciencia y longanimidad de Dios. b. Por Un Corazón No arrepentido: describe a una persona que no quiere arrepentirse. c. Atesoras para ti mismo ira: En vez de acumular tesoros en el cielo como nos lo manda Jesús en Mateo 6:19-20, la humanidad de hoy en día se está entregando más y más a la maldad, por lo que la ira de Dios será derramada sobre todos ellos.
Para Dios No hay preferencias, todos somos iguales delante su presencia. Romanos 2:12, En Su juicio, Dios no favorece a los judíos (Su pueblo escogido) por sobre los gentiles. Tanto los judíos como los gentiles serán juzgados imparcial- mente. Los que están “sin ley” (léase: Romanos 2:14) son los gentiles. Los que tienen la ley (compare: Romanos 2:17-20) son los judíos. Dios nunca dió la ley a las otras naciones (como Egipto, Asiria, etc.) La ley fue dada exclusivamente a su pueblo escogido: “Israel” (léase: Éxodo 19:3-5; 20:2; 34:27 y comparar Deuteronomio 4:1-8 y Romanos 9:4). Dicho en forma sencilla, el punto de Pablo es éste: La ignorancia de la ley, no salvará al gentil y la posesión de la ley no salvará al judío. Ambos grupos de gentes están condenados ante Dios, el Juez justo.
El judío será juzgado por la ley que tiene, la que fue dada por Jehová en el monte Sinaí a Moisés. El gentil, que no tiene la ley, no será juzgado por esa ley. Pero el gentil tiene algo que muestra la obra de la ley, escrita en sus corazones, dando testimonio su conciencia y acusándoles o defendiéndoles sus sus razonamientos. El gentil será juzgado de acuerdo con las obras de la ley escritas en sus corazones. Para los judíos que tienen la ley y que escucharon la ley. No es suficiente tener la ley. No es suficiente escuchar solamente la ley. Una persona tiene que ser hacedora de la ley de Dios, guardando y obedeciendo su ley, no mandamientos de hombres.
Aquí hay dos ejemplos:
1. Hechos 28:3-4. Estos Naturales (o bárbaros) nunca habían visto o leído los Diez mandamientos, pero; de algún modo sabían que el asesinato era malo y que era castigado con la pena de muerte.
2. Génesis 26:6-11. Abimelec, Rey de los filisteos, este rey paga- no nunca había visto los Diez Mandamientos, sin embargo sabía que el adulterio era malo.
Por lo que podemos decir: Que la conciencia; Acusa o defiende al ser humano.Tenemos que tener en mente que el dia que Dios juzgarà por Jesucristo los secretos de los hombres, utilizarà su palabra bendita, tal como lo dice en Juan 12:48: “El que me rechaza y no recibe mis palabras, tiene quien le juzgue, la palabra que he hablado, ella le juzgará en el dia postrero”. Hoy es el tiempo agradable para acercarnos a Dios con un corazón sincero, sin manchas, puro, lavando nuestros pecados en la sangre de Jesucristo su hijo. ¡NO Esperes más!
No debemos temer, porque nada hay encubierto, que no haya de ser manifestado, ni oculto que no haya de saberse. Mateo 10:26. Porque los libros serán abiertos y todos los secretos de los hombres, y sus obras sean buenos o malos serán reveladas. Apocalipsis 20:12. Dios el Padre a entregado a su Hijo Jesucristo el Juicio de toda la humanidad. Así lo dice; Juan 5:22, Jesucristo será el Juez Supremo, ante quien aparecerán todos los hombres para ser juzgados, y lo hará conforme al evangelio de Dios su Padre.” El evangelio predicado por Pablo hablaba de la salvación para todo aquel que cree en Cristo Jesús, al Judío primeramente y también al griego, pero también ese evangelio; incluye el juicio de Dios o la ira de Dios, contra la injusticia de los hombres. (toda la humanidad).
Preguntas para estudio y enseñanza:
Nota: Por favor busque citas bíblicas para reforzar su comentario.
1. ¿Qué sucederá a los gentiles (gente pagana) que han pecado sin ley?
2. ¿Están perdidos los paganos o gentiles?
3. De acuerdo con la última parte del versículo 12: ¿Qué
sucederá con los judíos que pecaron, aunque ellos tenían la ley?
4. ¿Somos excusables o inexcusables delante del Dios Todo- poderoso?
5. ¿Cuántos han pecado? leer: Romanos 3:23 y 3:9.
Conclusión: Nada está escondido o guardado en secreto ante el Supremo juez, “Dios el Todopoderoso” Hebreos 4:12-13 nos aconseja lo siguiente: “Porque la palabra de Dios es viva y eficaz y más cortante que toda espada de dos filos, y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón. Y no hay cosa creada que no sea manifiesta en su presencia, antes bien todas las cosas están desnudas y abiertas a los ojos de aquel a quien tenemos que dar cuenta.” Paz a vosotros.
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